miércoles, 29 de marzo de 2017

Necesidades de la edad adulta


 La adultez o edad adulta propia del ser humano es una etapa en la que este busca nuevos rumbos, tiene nuevos intereses y necesidades.
Esta tiene como base lo que haya sucedido en la juventud y repercutirá en la siguiente etapa , la vejez.
Se dice que en esta etapa el ser humano ve realizadas sus metas y sus sueños, es cuando vive el presente y disfruta de lo que esta haciendo. Pero, ¿qué necesita un individuo para llegar a la plenitud es esta etapa?, ¿Cuáles son sus prioridades e intereses? A continuación se mencionará algunas de ellas.
Según Abraham Maslow (1908 - 1970):
La meta del ser humano es la autorrealización, es decir, la utilización y el desarrollo pleno de nuestros talentos y capacidades. La autorrealización ocupa a parte más elevada en la “jerarquía de necesidades” de Maslow.
Según E. Erikson:
La etapa de generatividad frente a estancamiento, guarda estrecha relación con el trabajo, pues muchos adultos adquieren el sentido de ser miembros productivos y valiosos de la sociedad gracias, en parte, a su oficio o profesión. A menudo el trabajo define nuestro estatus, nuestro ingreso o prestigio. Define, asimismo, nuestro programa diario de actividades, los contactos sociales y las oportunidades de desarrollo personal.
La adultez se caracteriza por la liberación de las grandes presiones y la búsqueda de placeres más individuales, junto a una mayor experiencia, que será bien aprovechada si no se mantienen sueños imposibles ni posiciones muy rígidas. El autoconcepto, la confianza en uno mismo y el control del yo suelen aumentar en esta época y la salud mental dependerá del buen ajusto entre las expectativas y a realidad.
Maslow también menciona que un para un adulto resulta sumamente el sentido de "pertenencia", es decir, ser parte de una familia y de la sociedad que lo rodea.
Por otro lado denota la importancia de sentirse bien con lo que son, con lo que tiene y con lo que hacen. De aquí que resulte tan importante el trabajo o labor que realiza cada adulto, este tema en particular es el que nos interesa en esta ocasión.
Para cada persona el trabajo representa diferentes cosas:

· Medio de supervivencia


· Medio de obtención de dinero para mantener a su familia.
· Medio para ser creativos o productivos.
· Para otros, es una adicción.


De la actitud y los valores que cada persona tenga en su trabajo dependerá su éxito o fracaso así como la relación con sus compañeros, familia e intereses personales.

Existen dos tipos aspectos por los cuales un empleo se vuelve importante para un adulto:
Factores intrínsecos del trabajo:
Son aquellas satisfacciones que se obtienen cuando se realiza el trabajo por su propio valor.
Factores intrínsecos del trabajo:
Son aquellas satisfacciones por medio de sueldo, estatus y otras recompensas.
Quienes se enfocan en estos factores pueden describir su trabajo en función del reto o interés, aunque también podrían hablar de la competencia y los logros alcanzados.
Entre estos se encuentran la salud, el sueldo, estatus, comodidad o conveniencia del ambiente laboral y las horas de trabajo, actitudes y apoyo de los compañeros y oportunidades de progreso.
Conseguir un empleo que se vea mayormente afectado por motivos intrínsecos supone un mayor desarrollo y crecimiento personal, por lo tanto supone también satisfacción, felicidad y estabilidad física y emocional.

Necesidades nutricionales de la edad adulta

 Los hábitos previos de cada individuo van a condicionar, para bien o para mal, su estado de salud y bienestar. Tanto la alimentación, como el consumo de tabaco y bebidas alcohólicas, o la práctica regular de ejercicio, determinan el estado de forma física y anímica con el que se afronta esta etapa de la vida.
Es frecuente llegar a este periodo con una familia establecida: pareja, hijos, o nietos, y múltiples obligaciones profesionales, familiares, económicas…, y este cúmulo de responsabilidades puede hacer que prestemos mucho cuidado y esmero a aquellas personas que están a nuestro cargo, pero no la atención debida a nosotros mismos y nuestras necesidades.

Los requerimientos, tanto energéticos como nutricionales, en esta etapa, varían en función de muchos factores: sexo, edad, actividad física, composición corporal…, pero estos datos generales te pueden servir de guía.


   

 Necesidades de calorías y nutrientes en adultos

Respecto al aporte de energía, las cifras oscilan entre 199Kcal y 2500 Kcalo/día cubren las necesidades de la mayor parte de este sector de población.

En cuanto a las proteínas, se mantiene la recomendación de valores de 0,8-1g proteínas/Kg de peso/día. El resto de la energía total deberá ser aportada por hidratos de carbono, en mayor medida los complejos, limitando la cantidad de azúcares sencillos y grasas, también imprescindibles en una dieta equilibrada.

Otros nutrientes imprescindibles que no conviene olvidar es la fibra dietetica, cuya ingesta recomendada es de 25-30 g/día, y que debe ir siempre acompañada por una correcta hidratación, que no sea inferior al 1,5-2 litros de agua al día, lo que supone entre sers y ochos vasos.

En los adultos de entre 40 y 65 años cobran especial importancia algunos micromutrientes, como el calcio y la vitamina D, como factores preventivos de osteoporosis, una enfermedad muy frecuente en esta etapa de la vida, especialmente en las mujeres tras la menopausia, así como el potasio y el sodio por su relación con la presión arterial.







             

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